martes, 2 de enero de 2024

'En busca de Michael Douglas', de Martín G. Ramis: excelente, divertida y loca, como si Berlanga y Eduardo Mendoza se dieran la mano

'En busca de Michael Douglas', de Martín Garrido Ramis, es desternillante, una novela ágil, divertida y muy loca, como si Luis García Berlanga y Eduardo Mendoza se dieran la mano.

Este libro es diferente. Una comedia bufa sobre la mentira en el mundo de la cultura, sobre el amor, el desamor, los amigos, la pobreza, las ansias de triunfar y la decencia, esta última, la gran baza de los pobres.

La novela es un canto a la vida, aunque sus personajes -perdedores y antihéroes- se mueven por el filo de la guadaña: demasiados excesos diarios, mucho alcohol, drogas y mala vida. Los seres que pululan en esta búsqueda del Santo Grial, en forma de Michael Douglas en Mallorca, son extravagantes, pirados, gorreros, estrambóticos y anárquicos, pero son buena gente.

Es descacharrante y excitante sumergirnos en el rico y surrealista mundo de Martín Garrido Ramis para acompañar al ex payaso y aprovechado Manolito, de 1,50 de altura, bigote y enorme miembro, en su aventura para entregar al hijo de Kirk Douglas, un guion, escrito por un periodista de noble cuna y alcohólico, con el objeto de que le produzca la película y así lo aleje de su miserable vida.

Toque de Ramis a los ricos de Son Vida, urbanización exclusiva de Palma; a los periodistas vendidos; a los galeristas explotadores; y al mundo de la cultura en la Isla, políticos incluidos.

El bestiario pergeñado en la imaginativa mente del escritor es apabullante: Tòfol, que ayuda en el bar a su padre mientras solo piensa en irse de putas a Pere Garau y montar un burdel en París; Tachín, el payaso con mala leche reconvertido en perista y pintor desde su casa en La Soledad; Bibiloni, esquizofrénico que quiere triunfar en la pintura, quien alquila el terrado a Manolito por 100 euros mes, manguera de ducha incluida; Clar Caubet, alcohólico, hijo de un rico putero venido a menos, y director de un periódico en catalán que naufraga; Paquita, amiguísima de Manolito, binguera excepcional, amante de los animales y responsable de la reducida cocina del Kiosko Alaska...

Hasta Cofre Promès, ricachón de Son Vida, gracias al anticuario putero de su padre, homosexual reprimido, con ínfulas de parecerse a Miquel Barceló, falso, hipócrita y vanidoso, organizador de falsas fiestas de alto copete para alemanes viejos... aparentar sin talento, cultura ni formación, solo podrido de vacuo dinero...

Hay que leer, sí o sí, 'El busca de Michael Douglas', un canto a la risa, a la amistad, a los sueños y a la dignidad de la gente de la calle.

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