La artista Marria Pratts, que trabaja con la firma mallorquina La Bibi Gallery, transforma hasta mediados de octubre el sótano de la barcelonesa Fundació Joan Miró.
La que es considerada como "enfant terrible" del arte actual en nuestro país, y que trabaja con Marc Bibiloni y Miquel Campins, de La Bibi, ha creado bajo la Fundació de Montjuïc, una instalación para el Espai 13, bautizada como “1 posesión Drift”.
Pratts está llevando su trabajo a nuevos caminos donde lo tridimensional es protagonista y rompe la rigidez del rectángulo o cuadrado del cuadro.
Hay ocho pinturas que aparecen o se esconden tras nuevas paredes construidas en acero, que dibujan un escenario donde el ángulo recto y el blanco parecen prohibidos.
La artista ve como un todo el muro metálico y el lienzo, explican los organizadores de la muestra.
Según Llobera, los proyectos de Pratts recuerdan la "atmósfera rabiosa" que se vivía a finales de los años setenta y principios de los ochenta.
"Años duros que crearon nuevas formas de expresión en el arte y la cultura en general. Como entonces, la radicalidad es una forma de gritar de una generación al límite", indican los responsables de la exposición.
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